Iglesia Remanente

Salmo  3

       

1 2 3 4 5 6 7
8 9 10 11 12 13 14
15 16 17 18 19 20 21
22 23 24 25 26 27 28
29 30 31 32 33 34 35
36 37 38 39 40 41 42
43 44 45 46 47 48 49
50 51 52 53 54 55 56
57 58 59 60 61 62 63
64 65 66 67 68 69 70
71 72 73 74 75 76 77
78 79 80 81 82 83 84
85 86 87 88 89 90 91
92 93 94 95 96 97 98
99 100 101 102 103 104 105
106 107 108 109 110 111 112
113 114 115 116 117 118 * 119
120 121 122 123 124 125 126
127 128 129 130 131 132 133
134 135 136 137 138 139 140
141 142 143 144 145 146 147
148 149 150        

* (Alef 1-8) (Bet 9-16) (Guimel 17-24) (Dalet 25-32) (He 33-40) (Vau 41-48) (Zain 49-56) (Het 57-64) (Tet 65-72) (Yod 73-80) (Caf 81-88) (Lamed 89-96) (Mem 97-104) (Nun 105-112) (Samec 113-120) (Ayin 121-128) (Pe 129-136) (Sade 137-144) (Qof 145-152) (Resch 153-160) (Sin 161-168) (Tau 169-176)

 

El eterno es mi escudo

1*Salmo de David cuando huía de su hijo Absalón.

2Oh Yahvé, ¡cuán numerosos

son mis perseguidores!

¡Cuantos se levantan contra mí!

3Muchos son los que dicen de mi vida:

“No hay para él salvación en Dios.”

4*Pero Tú, Yahvé, eres mi escudo,

Tú mi gloria,

Tú quien me hace erguir la cabeza.

5*Con mi voz invoco a Yahvé

y Él me oye desde su santo monte.

 

6Me acuesto y me duermo,

y despierto incólume,

porque Yahvé me sostiene.

7No temo a los muchos millares de gentes

que en derredor se ponen contra mí.

 

8Levántate, Yahvé; sálvame, Dios mío,

Tú que heriste en la mejilla

a todos mis enemigos,

y a los impíos les quebraste los dientes.

9*De Yahvé viene la salvación,

¡Que sea tu bendición sobre tu pueblo!



* 1. Absalón, el hijo ingrato y rebelde, había colocado a David en las más penosas angustias de modo que el padre, abandonado, tuvo que huir de Jerusalén con un puñado de fieles (II Reyes capítulos 15-18).

* 4. Mi escudo: expresión grata a David (cf. Salmo 5, 13), el cual, perseguido y desamparado, cifra su única defensa en el Señor.

* 5. Santo monte: el monte Sión de Jerusalén (cf. Salmo 2, 6), donde David erigió un altar y un tabernáculo para el Arca de la Alianza, con un amor que Dios no había de olvidar (cf. Salmo 131; Ezequiel 45, 4 y notas; Hechos 15, 16). Su hijo Salomón levantó allí el primer templo.

* 9. El santo rey perdona a su pueblo infiel e implora sobre él la bendición de Dios. Hermoso ejemplo de amor a los enemigos en el Antiguo Testamento (cf. Salmo 7, 5 y nota; Mateo 5, 43 y nota).