Iglesia Remanente

Salmo 135

       

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* (Alef 1-8) (Bet 9-16) (Guimel 17-24) (Dalet 25-32) (He 33-40) (Vau 41-48) (Zain 49-56) (Het 57-64) (Tet 65-72) (Yod 73-80) (Caf 81-88) (Lamed 89-96) (Mem 97-104) (Nun 105-112) (Samec 113-120) (Ayin 121-128) (Pe 129-136) (Sade 137-144) (Qof 145-152) (Resch 153-160) (Sin 161-168) (Tau 169-176)

 

Salmo 135 (136)

Letanía de la misericordia

1*¡Hallelú Yah!

Alabad a Yahvé porque es bueno,

porque su misericordia es para siempre.

2Alabad al Dios de los dioses,

porque su misericordia es para siempre.

3Alabad al Señor de los señores,

porque su misericordia es para siempre.

 

4Al que, solo, obra grandes maravillas,

porque su misericordia es para siempre.

5Al que creó los cielos con sabiduría,

porque su misericordia es para siempre.

6Al que afirmó la tierra sobre las aguas,

porque su misericordia es para siempre.

7Al que hizo los grandes luminares,

porque su misericordia es para siempre;

8el sol para presidir el día,

porque su misericordia es para siempre;

9*la luna y las estrellas para presidir la noche,

porque su misericordia es para siempre.

10Al que hirió a los egipcios

en sus primogénitos,

porque su misericordia es para siempre,

11y sacó a Israel de en medio de ellos,

porque su misericordia es para siempre;

12con mano fuerte y brazo extendido,

porque su misericordia es para siempre.

13Al que partió en dos el Mar Rojo,

porque su misericordia es para siempre;

14y llevó a Israel a cruzarlo en el medio,

porque su misericordia es para siempre;

15y precipitó a Faraón y su ejército

en el Mar Rojo,

porque su misericordia es para siempre.

 

16Al que guió a su pueblo por el desierto,

porque su misericordia es para siempre.

17Al que destrozó a grandes reyes,

porque su misericordia es para siempre;

18y mató a reyes poderosos,

porque su misericordia es para siempre;

19a Sehón, rey de los amorreos,

porque su misericordia es para siempre;

20y a Og, rey de Basan,

porque su misericordia es para siempre;

21*y dio en herencia su tierra,

porque su misericordia es para siempre;

22en herencia a Israel, su siervo,

porque su misericordia es para siempre.

 

23Al que en nuestro abatimiento

se acordó de nosotros,

porque su misericordia es para siempre;

24y nos libró de nuestros enemigos,

porque su misericordia es para siempre.

25Al que alimenta a toda carne,

porque su misericordia es para siempre.

26Alabad al Dios del cielo,

porque su misericordia es para siempre.



* 1. Como en el Salmo anterior, el salmista canta aquí las maravillas de Dios, tanto las que se manifiestan en las cosas creadas, como las que se desprenden de la historia de Israel (cf. Salmos 102 106). Porque es bueno: “«Hésed» (bondad), de parte de Dios, es la bondad gratuita, condescendiente, misericordiosa, paternal” (Calès). El pueblo responde a cada alabanza con el estribillo: Porque su misericordia es para siempre, que es el elogio más repetido en toda la Escritura, por donde vemos que ninguna otra alabanza es más grata a Dios que ésta que se refiere a su corazón de Padre (Salmos 102, 13; 129, 7 y nota). Por comenzar el ritornelo con la palabra “Hallel”, este Salmo, que parece emparentado con el anterior, recibió entre los judíos el nombre de “El gran Hallel”, es decir, el gran himno de alabanza, que, quizá para el uso litúrgico, adquirió forma de letanía. De él parecen haberse tomado algunos de los “improperios” del Viernes Santo. Cf. Salmos 49, 14; 91, 2; 113 b, 2 y notas.

* 9. Termina con este versículo el primer motivo de alabar a Dios: las maravillas de la creación (versículos 4 9). El segundo motivo lo constituyen los prodigios que Dios hizo al libertar a su pueblo y al instalarlo en la tierra prometida (versículos 10-25).

* 21 ss. En esta restauración ven algunos el regreso de Babilonia. Otros le atribuyen mayor alcance, viendo en el Salmo una síntesis completa de la historia de Israel. Cf. Salmo 84, 1 y nota.