Salmo 23 |
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Entrada del Rey de la gloria
1*De David. Salmo.
De Yahvé es la tierra
y cuanto ella contiene;
el orbe y cuantos lo habitan.
2*Porque
Él la asentó sobre mares
y la afirmó sobre corrientes.
3
¿Quién será digno
de ascender al monte de Yahvé?
y ¿quién estará en su santuario?
4*Aquel
que tiene inmaculadas las manos
y puro el corazón,
que no inclinó su ánimo a la vanidad
[ni juró con doblez];
5él
recibirá la bendición de Yahvé,
y la justicia de Dios su Salvador.
6Esta
es la generación
de los que lo buscan,
de los que buscan tu faz,
(Dios de)
Jacob.
7*¡Levantad,
oh puertas, vuestros dinteles,
y alzaos, portones antiquísimos,
para que entre el Rey de la gloria!
8¿Quién
es este Rey de la gloria?
Yahvé fuerte y poderoso;
Yahvé, poderoso en la batalla.
9¡Levantad,
oh puertas, vuestros dinteles;
y alzaos, portones antiquísimos,
para que entre el Rey de la gloria!
10¿Quién
es este Rey de la gloria?
Yahvé Dios de los ejércitos:
Él mismo es el Rey de la gloria.
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1. Sin duda destinado en Israel al uso
litúrgico, este Salmo dialogado se rezaba el
primer día de la semana. Es muy probable que
David lo compusiera para el traslado del Arca al
Tabernáculo de Sión (II Reyes 6) y que luego
haya servido, como observa Podechard para
acompañar la vuelta del Arca victoriosa (cf. II
Reyes 11, 11) y toda otra traslación de la misma
(cf. III Reyes 8, 1 ss.). Varios expositores le
atribuyen carácter mesiánico, representando la
entrada del Arca a Jesucristo triunfante
(versículos 8-10).
De Yahvé
es la tierra: cf. Salmo 49, 12; Éxodo 9, 9;
Deuteronomio 10, 14; Hechos 17, 24; I Corintios
10, 26. Dom Puniet observa que Cristo quebró la
dominación de Satanás y la tierra entera le fue
sometida para siempre, según la expresión de San
Pablo en Hebreos 2, 5.
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2. La Escritura señala más de una vez este
alarde de poder que los antiguos admiraban en el
Creador y del cual se gloría Él mismo. Cf.
Salmos 103, 9; 135, 6; Génesis 1, 9; Job 38, 6,
etc.
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4. Las palabras
Ni juró
con doblez alteran el metro del verso
hebreo. Muchos expositores las consideran como
una glosa marginal y Rembold las suprime.
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7 ss.
Portones antiquísimos: Los de la antigua
Jebús o Jerusalén- “Es un apostrofe, invitando a
las puertas (de Sión) a romper sus lindes, a
engrandecerse y sublimarse (para dejar paso al
Arca). Y estas palabras suenan con acento de
majestad y de triunfo indecible” (Calmet). Cf.
Salmo 117, 19 y nota. Según algunos, la pregunta
que aquí reiteran los Portones (versículos 8 y
10) y la respuesta que reciben, confirmaría el
carácter mesiánico de todo el Salmo, en cuyo
caso la pregunta y respuesta del versículo 3 s.
también aludirían al Mesías, único digno de
recibir el Reino (cf. Daniel 7, 13 s.; Mateo 25,
31; Lucas 1, 32; Apocalipsis 5, 3 ss.). Según
otros, las condiciones del versículo 4 serían,
como en el Salmo 14, para todo el que aspira a
ser admitido en Su Reino. La solución depende
tal vez de como se interprete el versículo 6, en
el cual, como observa Fillion, generación tiene
el sentido de raza (cf. Lucas 21, 32 y nota) y
Jacob podría también estar en genitivo,
significando “tal es la raza... de Jacob”.
¿Quizá la reiteración de la pregunta (versículos
8 y 10) aludiría a un doble triunfo: el del
Mesías y el de “su Dios y Padre”, a quien Él,
según I Corintios 15, 24 25, entregará un día el
Reino? Cf. Salmo 109 y notas.
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