Iglesia Remanente

Sabiduría 4

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Alabanza de la castidad

1*Oh, ¡cuán bella es la generación casta con claridad!

Inmortal es su memoria, y en honor delante de Dios y de los hombres.

2Cuando está presente, la imitan;

y cuando se ausenta, la echan de menos;

coronada triunfa eternamente,

ganando el premio en combates inmaculados.

3Pero la raza de los impíos, aunque multiplicada, de nada servirá;

no echarán hondas raíces los pimpollos bastardos,

ni tendrán una estable consistencia.

4Que si por algún tiempo brotan sus ramas,

como no están firmes serán sacudidos por el viento,

y desarraigados por la violencia del huracán.

5Con lo que serán desgajadas sus ramas antes de acabar de formarse;

inútiles y de áspero gusto son sus frutos,

y para nada buenos.

6*Porque los hijos nacidos de uniones ilícitas,

al preguntárseles de quién son,

vienen a ser testigos que deponen contra la maldad de sus padres.

De la temprana muerte de los justos

7*Mas el justo, aunque arrebatado de la muerte,

estará en lugar de refrigerio.

8*Porque no hacen venerable la vejez los muchos días ni los muchos años;

sino que la prudencia del hombre suple las canas,

9y es edad anciana la vida inmaculada.

10*Porque agradó a Dios, fue amado de Él;

y cómo vivía entre los pecadores, fue trasladado a otra parte.

11*Fue arrebatado para que la malicia no alterase su modo de pensar,

ni sedujesen su alma las apariencias.

12*Pues el hechizo de la vanidad oscurece el bien;

y la inconstancia de la concupiscencia pervierte el ánimo inocente.

13Con lo poco que vivió, llenó una larga vida.

14Porque su alma era grata a Dios;

por eso se apresuró Él a sacarle de en medio de los malvados.

Mas viendo las gentes, no entendieron, ni reflexionaron en su corazón:

15que la gracia de Dios y la misericordia son para sus santos,

y que Él fija su mirada sobre los escogidos.

16El justo muerto condena a los impíos que viven;

y su juventud presto acabada, la larga vida del pecador.

17Verán el fin del hombre prudente,

y no comprenderán los designios de Dios sobre él,

ni cómo el Señor le ha puesto en salvo.

18Le verán, y le mirarán con desprecio,

mas el Señor se burlará de ellos.

El fin tremendo de los impíos

19*Al cabo vendrán a morir sin honor,

y estarán con eterna infamia entre los muertos;

porque Él hará que hinchados revienten por medio,

sin que osen abrir su boca,

y los desquiciará desde los cimientos.

Serán reducidos a extrema desolación;

quedarán gimiendo, y perecerá su memoria.

20*Comparecerán llenos de espanto por el remordimiento de sus pecados,

y sus iniquidades se levantarán contra ellos.



* 1. Oh cuan bella, etc. En griego: más vale la esterilidad virtuosa. Es continuación del capítulo anterior, versículo 13 y siguientes. Este elogio del matrimonio casto y legítimo, y más aún de la virginidad, se aplica en la Liturgia a las Santas Vírgenes. Véase I Corintios, capítulo 7.

* 6. Nótese la trágica elocuencia de este argumento, igualmente aplicable a los divorciados, que dejan sin padres a sus propios hijos. Véase Malaquías 2, 14 y siguientes. Ojalá que todos los hijos de padres cristianos pudieran decir, como el joven Tobías: Somos hijos de santos (Tobías 2, 18).

* 7. Lugar de refrigerio: se refiere al sitio donde se encuentran las almas. (Apocalipsis 6, 9-11), a la espera de la resurrección gloriosa de los cuerpos (3, 3 y nota).

* 8. La plenitud de la vida no está en los muchos años; está en la perfección. “¿Qué importa ser joven, cuando al ímpetu de la juventud no se une la reflexión y la prudencia? y ¿qué aprovecha ser anciano, si el largo rodar de los años no logró acabar con la frivolidad y ligereza?” (Fernández, Flor. Bibl. IX, p. 20 s.). La piedad y sabiduría suplen lo que falta del número de años. Véase Salmo 118, 99 s.; Proverbios I, 4 y nota. Corneille, en El Cid, se vale de este concepto.

* 10. Así el patriarca Henoc fue trasladado a otra parte (Génesis 5, 24 y nota). Véase Eclesiastés 44, 16; Hebreos 11, 5.

* 11 y siguientes. Esta palabra que nos enseña que todo lo hace Dios por misericordia y para nuestro mayor bien (Romanos 8, 28) es un inmenso consuelo para los que pierden en la flor de la juventud a sus seres queridos. No lo olvidemos en nuestras cartas de condolencia.

* 12 s. Es “la fascinación de la bagatela”: Véase Eclesiastés 7, 40; Salmo 13, 1 y notas. La inconstancia de la concupiscencia pervierte el ánimo inocente: “De donde da a entender el Espíritu Santo, que aunque no haya precedido malicia concebida en el entendimiento del alma, sólo la concupiscencia y gozo de éstas basta para hacer en ella este primer grado de este daño, que es el embotamiento de la mente y oscuridad del juicio para entender bien la verdad y juzgar de cada cosa como es” (San Juan de la Cruz, Subida del Monte Carmelo, III, 18). Con lo poco que vivió (versículo 13): Ese mismo Santo nos explica cómo el amor llena los pocos años y suple un largo periodo de vida (cf. I Corintios 13). Es lo que nos descubrió Jesús en la parábola de los obreros de la última hora (Mateo 20, 1 -y siguientes.).

* 19. Perecerá su memoria. Véase Salmo 9b, 6; Proverbios 10,7.

* 20. Los pecados son representados como personas que acusan en el día del juicio a los malvados, de modo que estos no podrán negarlos ni excusarlos. Jesús dice que el juez será la palabra por Él predicada y que no quisieron escuchar (Juan 12, 48). Cf. Romanos 2, 15 y nota.