Salmo 86 |
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Gloria de Sión
1*De los hijos de Coré. Salmo. Cántico.
¡Él la fundó sobre los montes santos!
2*Yahvé
ama las puertas de Sión
más que todos los tabernáculos de Jacob.
3*¡Oh
ciudad de Dios,
de ti se dicen cosas gloriosas!
4*
“Contaré a Rahab y a Babel
entre los que me conocen;
he aquí a Filistea y a Tiro
y al pueblo de los etíopes:
han nacido allí.”
5*Así
se dirá de Sión:
“Uno por uno,
todos han nacido en ella,
y es el mismo Altísimo
quien la consolidó.”
6Y
en el libro de los pueblos,
Yahvé escribirá:
“Estos nacieron allí.”
7*Y
cantarán danzando:
“Todas mis fuentes están en Ti.”
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1. Es uno de los Salmos más hermosos; breve en
la forma, pero apretado en ideas. Como en Salmos
75, 3; 84, 10; 85, 9; 131, 13, etc., y con un
lirismo que lo lleva a empezar ‘ex abrupto’,
canta el salmista la gloria de Sión y el reino
mesiánico sobre todas las gentes.
Montes
santos: ‘Las colinas de Sión y Moriah sobre
las cuales está edificada Jerusalén’ (Fillion).
Ambas fueron elegidas para el Santuario y
favorecidas con manifestaciones de Dios (Génesis
14, 18; 22, 2; II Reyes 24, 18). Cf. Salmos 2,
6; 67, 16 y nota; Miqueas 4, 1 s.
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2. Ama más a Sión que al resto de Israel.
Samaria cayó en semipaganismo (IV Reyes 17, 41)
y sus diez tribus nunca volvieron del cautiverio
de Asiria. En cambio “la salvación viene de los
judíos”, como dice Jesús (Juan 4, 22). Cf. Salmo
77, 67 s.; Isaías 49, 14 ss.; 59, 20 (citado en
Romanos 11, 26); 60, 10 y 15; Jeremías 3, 17 s.;
Mateo 27, 37. etc. Algunos lo aplican a la
Jerusalén celestial, más amada que la otra
porque ella es, dicen, la esposa del Cordero.
Pero ello sería sólo una acomodación, pues el
texto no compara aquí ambas ciudades sino a una
con el resto de Israel. Por otra parte, San
Pablo nos revela que el ‘Misterio’ del Cuerpo
místico estuvo escondido desde la eternidad
hasta que a él se le encomendó anunciarlo como
apóstol de los gentiles (Efesios 3, 8 s.;
Colosenses 1, 25 s.), y también les dice a los
hebreos que Abrahán y los patriarcas aspiraban
ya a la ciudad celestial (Hebreos 11, 10 y 16;
cf. 12, 22).
Las
puertas, como hacen notar los comentaristas,
indican una ciudad, en contraste con la vida
nómade. Según el Salmo 121, 3. Sión será la
ciudad modelo y según Isaías 1, 24-27, después
de purificada, “será llamada ciudad del justo,
ciudad fiel”. Cf. Isaías 24, 23.
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3. “Alude a los destinos gloriosos a que, según
los profetas. Dios ha destinado a la Ciudad
santa” (Páramo). Llama la atención en todos
ellos la magnitud y extensión de esas promesas
(cf. Salmo 64, 2 y nota; Ezequiel 40, 2; Mateo
23, 39). “Es el sentido de todos los Salmos
graduales (119-133)” (Dom Puniet).
Ciudad de
Dios: Jesús, en Mateo 5, 35, la llama la
ciudad del gran Rey (cf. Salmo 47, 2-3). Lesètre
dice a este respecto que, según Baruc 5, 2.
“Dios pondrá la mitra de honor sobre la
Jerusalén restaurada” (cf. Salmo 68, 36).
Cosas gloriosas: ‘Las que a continuación se dicen de ser Sión la
metrópoli espiritual de todos los pueblos’
(Prado). Un
“selah” (repetido en el versículo 6) subraya la profundidad y
trascendencia de estas palabras misteriosas.
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4. “El salmista cede la palabra a Yahvé para
dejarle pronunciar una profecía que tiene su
paralelo en Isaías 2, 2 s. y 11, 10” (Ubach).
Véase esos pasajes con sus notas y variantes
según el hebreo. Por
Rahab
aquí se entiende Egipto, como en Isaías 30, 7
(texto hebreo). En el fondo esto no contradice a
los muchos autores que ven en Rahab a la ramera
que reconoció a Dios (Josías 2, 9 ss.) y fue
salvada (Josías 6, 17 y 25); cuya fe elogia San
Pablo (Hebreos 11, 31) y a quien Jesús comprende
en su profecía contra la Sinagoga (Mateo 21,
31), pues hasta los pueblos más adversos a
Israel vendrán a Sión para adorar a Dios (Mateo
8, 11).
Filistea, etc., es decir, las naciones de
todos los rumbos no sólo vendrán a Jerusalén
(Isaías 49, 12; 60, 5), sino que la tendrán por
patria suya.
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5 s. Calès, refutando a algunos que ‘exorcizan
como pueden el espectro desagradable del
profetismo mesiánico’, dice que ‘tenemos aquí un
oráculo de la conversión universal de las
naciones a Yahvé como en Isaías 2, 2-4 y en
tantos otros pasajes de los profetas, paralelos
o análogos. Los nombres propios citados por el
salmista lo son a título de ejemplos. Y más
adelante es cuestión simplemente de
“registro
de los pueblos”. Y Sión es aquí ante todo la
Sión literal, metrópoli del reino davídico. Pero
su concepto no se detiene allí, sino que se baña
en la luz lejana y misteriosa de las esperanzas
mesiánicas’. Sobre estos nuevos hijos de Sión,
cf. Isaías 49, 21. En el versículo 6 Yahvé es
representado ‘como llevando personalmente los
registros, anotando uno por uno’ (Prado).
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7. Todas
mis fuentes están en Ti: Tal sería, según
varios autores, el título de la danza festiva,
cuyo sentido parece ser la alabanza de Sión como
centro espiritual de todos los pueblos (cf.
Isaías 59, 19 ss. citado en Romanos 11, 26;
Isaías 60, 10-22, etc.). Otros entre ellos
Vaccari, prefieren conservar la lección de los
LXX según la cual estarán llenos de gozo cuantos
moren allí.
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