Salmo 105 |
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* (Alef 1-8) (Bet 9-16) (Guimel 17-24) (Dalet 25-32) (He 33-40) (Vau 41-48) (Zain 49-56) (Het 57-64) (Tet 65-72) (Yod 73-80) (Caf 81-88) (Lamed 89-96) (Mem 97-104) (Nun 105-112) (Samec 113-120) (Ayin 121-128) (Pe 129-136) (Sade 137-144) (Qof 145-152) (Resch 153-160) (Sin 161-168) (Tau 169-176)
Israel, ingrato con su Dios fiel
1*Hallelú
Yah.
Celebrad a Yahvé porque es bueno,
porque su misericordia es para siempre.
2*
¿Quién dirá las hazañas de Yahvé?
¿Pregonará todas sus alabanzas?
3Bienaventurados
los que conservan sus estatutos
y practican la justicia en todo tiempo.
4*Señor,
acuérdate de mí
cuando muestres tu bondad
para con tu pueblo;
visítame cuando operes la salvación
5*para
que yo vea la felicidad de tus escogidos,
me goce del gozo de tu pueblo
y me gloríe con tu herencia.
6*Hemos
pecado lo mismo que nuestros padres;
obramos el mal, fuimos impíos.
7*Nuestros
padres en Egipto
no tuvieron en cuenta tus prodigios;
no se acordaron de la multitud de tus favores,
sino que se rebelaron contra el Altísimo
junto al Mar Rojo.
8*Pero
Él los salvó a causa de su Nombre,
para dar a conocer su poderío.
9lncrepó
al Mar Rojo y lo secó,
y los condujo por entre las aguas
como por un llano.
10Los
sacó de las manos de sus aborrecedores,
y los rescató del poder del enemigo.
11Las
aguas cubrieron a sus adversarios,
no quedó ni uno de ellos.
12Entonces
creyeron a Sus palabras
y cantaron Sus alabanzas.
13*Pronto
olvidaron las obras de Él,
no aguardaron sus designios,
14*sino
que en el desierto se entregaron
a su propia concupiscencia
y en la soledad provocaron a Dios.
15*Él
les concedió lo que pedían,
pero les envió la consunción.
16*Luego
envidiaron a Moisés en el campamento,
y a Aarón, el santo de Yahvé.
17Y
la tierra se abrió, y se tragó a Datan,
y cubrió a la facción de Abirón.
18Y
se encendió contra su banda un fuego;
la llama devoró a los inicuos.
19*Hicieron
un becerro en Horeb,
y adoraron una estatua de fundición;
20trocando
su Gloria
por la figura del buey harto de heno,
21olvidaron
a Dios, que los había salvado
y que había hecho portentos en Egipto,
22*cosas
maravillosas en la tierra de Cam,
cosas estupendas junto al Mar Rojo.
23*Los
habría deshecho,
si Moisés, escogido por Él,
no se hubiese puesto en la brecha frente a Él,
para apartar su furor
a fin de que no los exterminase.
24*Y
despreciaron la tierra codiciable,
no dando crédito a su palabra;
25y
murmuraron en sus tiendas,
no escucharon la voz de Yahvé.
26Mas
Él con mano alzada les juró
que los haría caer en el desierto;
27*que
haría caer a su descendencia
entre los gentiles
y los dispersaría por las tierras.
28*Y
se consagraron a Baalfegor,
y comieron de las víctimas
inmoladas a dioses muertos.
29*Con
tales delitos le provocaron a ira,
y una plaga cayó sobre ellos.
30*Pero
se irguió Fineés, y ejerció la venganza,
y la plaga cesó.
31Y
esto le fue imputado a justicia
por todas sus generaciones
para siempre jamás.
32*Y
lo irritaron
juntó a las aguas de Meribá;
y a Moisés le fue mal por culpa de ellos;
33porque
ellos exacerbaron su espíritu,
y él dejó que sus labios
hablaran inconsideradamente.
34*No
destruyeron los pueblos
que Dios les había señalado;
35sino
que se mezclaron con los gentiles,
y aprendieron sus obras,
36y
adoraron sus ídolos,
que fueron para ellos un lazo;
37*e
inmolaron sus hijos
y sus hijas a los demonios,
38derramando
sangre inocente,
la sangre de sus hijos y de sus hijas,
que sacrificaron a los ídolos de Canaán;
y la tierra quedó profanada por la sangre.
39*Se
contaminaron por sus actos
y fornicaron con sus propias obras.
40*Se
encendió entonces la ira de Yahvé
contra su pueblo,
y abominó de su herencia;
41los
entregó en manos de los gentiles,
y fueron dominados por quienes los odiaban.
42Oprimidos
por sus enemigos,
tuvieron que doblegarse ante ellos.
43*Muchas
veces Él los salvó,
mas ellos lo exasperaron por sus empeños,
y se hundieron más en su iniquidad.
44Con
todo, al percibir sus lamentos,
fijaba Él los ojos en sus tribulaciones;
45en
favor de ellos se acordaba de su alianza,
y se arrepentía
según la grandeza de su misericordia.
46*Y
los hacía objeto de la compasión
de aquellos que los tenían en cautiverio.
47*Sálvanos,
Yahvé, Dios nuestro,
y congréganos de en medio de las naciones,
para que celebremos tu santo Nombre
y nos gloriemos en tu alabanza.
48*Bendito
sea Yahvé, Dios de Israel,
de siglo en siglo.
Y todo el pueblo diga: Amén.
¡Hallelú Yah!
*
1. Continúa el Salmo anterior (cf. Salmo 104, 1
y nota). En ambas epopeyas se celebra a Dios por
la historia milagrosa de Israel; en el primero,
desde los patriarcas hasta Moisés; en el
segundo, desde el éxodo de Egipto, abarcando los
cuarenta años del desierto, la conquista de la
tierra de Canaán y la época siguiente, y
terminando con una aspiración mesiánica
(versículo 47 s.) que figura también en I
Paralipómenos 16, 35 s., no obstante lo cual se
le supone posterior al cautiverio babilónico
como la oración de Eclesiástico 36.
Celebrad a
Yahvé porque es bueno: Con esta alabanza a
la eterna Bondad empiezan también los Salmos
106, 117 y 135. Véase en este último la nota
inicial.
*
2. Las hazañas de Yahvé: Cf. Salmo 32, 10;
Isaías 51, 9; Lucas 1, 51.
*
4.
Acuérdate; etc.: Vaccari y Páramo hacen
notar que ‘pide tener parte en la felicidad de
la era mesiánica que espera ha de venir pronto’
y comparan este voto con el de Lucas 23, 42 s.
(texto griego) donde el Buen Ladrón pide a Jesús
que le reserve un lugar cuando venga en la
gloria de su reino. Cf. versículo 47 s.; Salmos
71, 7; 101, 24.
*
5. Que yo
vea: Habla en nombre de Israel (Fillion).
Cf. Salmo 101, 1 y nota. Tobías anhela esto para
sus descendientes (Tobías 13, 20). La Vulgata,
en vez de:
me gloríe, dice:
Tú te gloríes. Con tu
herencia: con el pueblo de Israel que es la
herencia, la propiedad de Yahvé. Cf. Isaías 19,
25; Deuteronomio 9, 29; 32, 9; III Reyes 8, 50
s.; Salmo 73, 2; Eclesiástico 44, 12, etc.
*
6. Este versículo “tiene el valor de una pública
confesión” (Vaccari). Compárese esto con
nuestras naciones gentiles modernas que,
decoradas con el nombre de civilización
cristiana, exaltan sistemáticamente a sus
antepasados y sentirían ofendido el honor
nacional si se les dijese que había en su
historia algo de qué avergonzarse. ¿Puede
llamarse cristiana la formación de una juventud
que crece imbuida en tales ideas que, como dice
Pío XI, no conciben el patriotismo propio sin el
menosprecio del fronterizo? “He aquí una de esas
grandes mentiras convencionales que nadie
remueve públicamente por razones que se
consideran de buen gusto”, pero que muestran
cuán lejos se está de vivir el Cristianismo.
*
7.
Nuestros padres… se rebelaron: Reminiscencia
de la salida de Egipto y del paso del Mar Rojo.
Cf. Éxodo 5, 21; 14, 11 s.
*
8 ss. “A
causa de su Nombre”: Cf. Salmo 113 b, 1 y
nota; Ezequiel 20, 9; 36, 22 ss.
*
13. No
aguardaron, esto es: no supieron esperar
confiados en su amorosa Providencia (Éxodo 16,
17). La raíz de tantos males y errores fue para
Israel, como lo es para nosotros, el no querer
creer que Dios nos ama y todo lo tiene previsto
para nuestro bien, muchísimo mejor que cuanto
podríamos prever nosotros. Véase Mateo 6, 25-34;
Job 38, 1, 4; 39, 9 y notas.
*
14. Alude al descontento con el maná exquisito
que Dios les daba (Éxodo 17, 2; Números 11, 4).
*
15. La
consunción: Así el hebreo. Otros vierten:
tabes, o mortandad, o
hastío.
Cf. Números 11, 20 y 33.
*
16 s. Datan y Abirón, cómplices de Coré, el cual
por orgullo levítico y envidia de los escogidos
de Dios, se sublevó contra Moisés y Aarón, y
fueron todos exterminados por el mismo Dios. Cf.
Números capítulo 16.
*
19 ss. Sobre esta idolatría de todo el pueblo,
en que se extravió tan horriblemente Aarón,
véase Éxodo capítulo 32; Romanos 1, 23,
Sabiduría 12, 24; 18, 21; Jeremías 16, 20; Salmo
113 b, 4 ss. Sobre la insensatez de adorar obras
de hombres, véase los notables capítulos 13 de
la Sabiduría y 6 de Baruc y la revelación
asombrosa de los celos de Dios en Deuteronomio
32, 11-43; Santiago 4, 4, etc.
Su gloria
(versículo 20): Es decir, Yahvé, que es llamado
“Gloria de Israel su pueblo”. Así también llamó
Simeón al Mesías (Lucas 2, 32). Nada más
patético que este contraste entre Él y la figura
de un animal… y sin embargo las preferencias
estuvieron por esta última. ¿Acaso el padre Adán
no había preferido a la serpiente? ¿Acaso no
había de ser aún preferido Barrabás a Jesús? No
fue éste ciertamente el último triunfo del
diablo. Véase lo que se anuncia en Lucas 18, 8;
Apocalipsis 13, 7; 20, 7, etc., para mantenernos
en saludable vigilancia y temor de nosotros
mismos, no dudando de que somos muy capaces de
hacer eso y aun peor, apenas nos soltásemos de
la mano de Dios. Cf. Juan 2, 24; 15, 5 y notas.
*
22. Cf. Salmo 104, 23 y nota.
*
23. En la
brecha, es decir, como en la guerra para
cubrir con su cuerpo a su pueblo. Sublime
audacia que el mismo Dios elogia en su amigo
Moisés, figura del Redentor. Cf. Éxodo 32, 10
ss.; Números 14, 10 ss.; Deuteronomio 9, 25 ss.
Cf. también versículo 32 y el retrato de Moisés
“amado de Dios y de los hombres”, en
Eclesiástico capítulo 45.
*
24.
Despreciaron: Es la queja constante de Dios
por el desprecio del don de su amor, que hacemos
por desconfianza en su bondad, por no creer que
en Él está nuestro bien y nuestra felicidad. Cf.
Deuteronomio 1, 26 y 35; Juan 5, 40; 6, 56-61;
Apocalipsis 3, 20; Cantar de los Cantares 8, 7.
*
27. Véase en Levítico 26, 33 ss. y sobre todo en
Deuteronomio 28, 64 ss. este tremendo, anuncio
que se está cumpliendo todavía.
*
28.
Baalfegor es el Baal que tenía su templo en
Fegor: un ídolo de Moab a cuyo culto vergonzoso
se dedicaron los israelitas (Números 25, 1 ss.).
*
29. Véase esta plaga en Números 25, 4 s.
*
30 s. Es de admirar cómo Dios aprobó y bendijo
la audaz hazaña de Fineés, inspirada en la santa
indignación por el celo de la gloria divina.
Bastó este acto de un hombre para salvar a todo
el pueblo (Números 25, 7 ss.). Cf. Juan 2, 14 s.
Para
siempre jamás (versículo 31): Dios prometió
a Fineés, hijo del sacerdote Eleazar y nieto de
Aarón, un sacerdocio perpetuo (Números 25,
10-13). Véase Eclesiástico 45, 30; Ezequiel 44,
15 y nota. Cf. Salmo 109, 4 y nota.
*
32 s. Cf. Salmo 80, 8 y nota; Números 20, 2 ss.
Deuteronomio 32, 51. Aquí y en el versículo 16
notamos el amor con que Dios excusa a Moisés.
*
34. Cf. Éxodo 23, 24; Números 33, 52;
Deuteronomio 7, 1, 2, 16 y 24; 12, 2 s.; Jueces
1, 21 y 27-36. Igual desobediencia cometió Saúl
en el caso de los amalecitas (I Reyes 15, 2, 9
ss.).
*
37 s. Cf. Deuteronomio 12, 29 ss.; Ezequiel 16,
20 y 21; Jeremías 19, 5; IV Reyes 3, 27; 16, 3;
Jueces 11, 35.
*
39. Con
sus propias obras: Parece referirse no sólo
a esas prácticas idolátricas, sino a los mismos
ídolos, que eran obra de manos de hombre.
“Fornicaron”: Porque ‘el único marido de Israel es Yahvé (cf. Oseas
2, 2; 16, 19 s.)’ (Salterio Romano).
*
40 ss. Véase Jueces 2, 11 ss. Muchas veces se
retiró de su pueblo el Señor, mas nunca para
siempre (Romanos 11, 11 ss.). Nosotros los
gentiles, llamados hoy a participar de su
herencia (Efesios 2, 11 ss.), no hemos de
gloriarnos (Romanos 11, 18 y 25), pues nos
aguardan pruebas mucho peores: “cosas estupendas
y prodigios hasta el punto de desviar, si fuera
posible, aun a los escogidos” (Mateo 24, 24).
Cf. Lucas 18, 8; II Tesalonicenses 2, 3 s.;
Mateo 24, 11 s.; II Pedro 3, 3 s.; I Timoteo 4,
1; II Timoteo 3, 1 ss.; Judas 18; I Apocalipsis
13, 8; 16, 14: 19, 19; 20, 7 s.; Salmo 109, 5
s., etc.
*
43 ss.
Muchas veces: Léase el elocuente resumen de
aquellas vicisitudes en Jueces 2, 10-27. Es la
voluntad porfiada del hombre, que quiere
perfeccionar a Dios en vez de obedecerle como un
niño, sabiendo que sus caminos no son nuestros
caminos (Isaías 55, 8 s.).
*
46. Algunos expositores ven aquí una alusión al
cautiverio babilónico y al decreto de Ciro (II
Paralipómenos 36, 22 ss.; Esdras 1, 1 ss.; Salmo
95, 1 y nota).
*
47. Apunta aquí de nuevo la esperanza mesiánica
que vimos en el versículo 4, tal como en Salmo
101, 14 ss.
Congréganos... para que celebremos, etc.: Es éste uno de los textos
que se cita en la cuestión de saber si el pueblo
hebreo volverá a su tierra, y si volverá
justificado (cf. Salmo 125, 6 y nota) o, como
parece deducirse de otros pasajes, tendrá que
sufrir allí la purificación final, y si ésta
comprenderá las doce tribus o solamente a Judá.
Vaccari concuerda este pasaje con Eclesiástico
36, 13 y Calès comenta: “El salmista y los que
él representa no dudan de las promesas
mesiánicas. Piden que sea pronto y que Israel
sea reunido de nuevo en Palestina juntado de
entre las naciones... y cifre su dicha en
alabarlo de eternidad en eternidad.” Cf. Salmo
84, 1 y nota.
*
48. Con esta doxología se concluye el cuarto
libro de los Salmos.
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