Iglesia Remanente

 

Génesis 6

 

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II. Desde el Diluvio hasta Abraham
 
Corrupción del género humano

1Cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la tierra y les nacieron hijas, 2*y vieron los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron de entre todas ellas por mujeres las que les agradaron. 3Entonces dijo Yahvé: “No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre, a causa de su delito; no es más que carne, y serán sus días ciento veinte años.” 4*En aquellos días había gigantes en la tierra, y también después, cuando los hijos de Dios se llegaron a las hijas de los hombres y ellas les dieron hijos. Éstos son los héroes, los varones famosos de la antigüedad.

5Viendo, pues, Yahvé que era grande la maldad del hombre sobre la tierra, y que todos los pensamientos de su corazón se dirigían únicamente al mal, todos los días, 6*Yahvé  se arrepintió de haber hecho al hombre en la tierra, y se dolió en su corazón. 7Y dijo Yahvé: “Exterminaré de sobre la faz de la tierra al hombre que he creado, desde el hombre hasta las bestias, hasta los reptiles, y hasta las aves del cielo, porque me arrepiento de haberlo hecho.” 8Mas Noé halló gracia a los ojos de Yahvé.

El patriarca Noé

9*He aquí la historia de Noé. Noé fue varón justo y perfecto entre los hombres de su tiempo, pues anduvo con Dios. 10Y engendró Noé tres hijos: Sem, Cam y Jafet. 11La tierra estaba entonces corrompida delante de Dios, y llena de violencia. 12Miró, pues, Dios la tierra, y he aquí que estaba depravada, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.

Construcción del arca

13Dijo entonces Dios a Noé: “He decidido el fin de toda carne; porque la tierra está colmada de violencia por culpa de ellos; por eso he aquí que voy a exterminarlos juntamente con la tierra. 14Hazte un arca de maderas resinosas, la cual dividirás en compartimientos y calafatearás por dentro y por fuera con betún. 15*La fabricarás de esta manera: trescientos codos será la longitud del arca, cincuenta codos su anchura, y treinta codos su altura. 16*Harás en el arca una abertura para la luz, la cual dispondrás arriba, a un codo del techo. La puerta del arca pondrás en uno de sus costados, y harás un piso primero, un segundo y un tercero.

17Pues he aquí que voy a traer un diluvio de aguas sobre la tierra, para exterminar toda carne que tiene en sí aliento de vida bajo el cielo. Todo lo que existe en la tierra, perecerá. 18*Pero contigo estableceré mi pacto: Entrarás en el arca tú, y tus hijos, y tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. 19Y de todos los animales de toda carne, de toda clase (de ellos), introducirás parejas en el arca para que tengan vida contigo; serán macho y hembra; 20*de las aves según su especie, de las bestias según su especie, de todos los reptiles de la tierra según su especie. Dos de cada clase vendrán a ti, para que les conserves la vida. 21Provéete de todo alimento que se come, acópiate provisiones para que os sirvan de comida a ti y a ellos.” 22Noé hizo conforme a cuanto Dios le había mandado. Así se hizo.



* 2. ¿Quiénes son esos hijos de Dios? No se trata aquí de reminiscencias mitológicas, pues la Biblia no ofrece mitologías sino verdades. La interpretación judía, y también la de muchos Padres ha visto en los hijos de Dios a los ángeles. Santo Tomás empero, dice que los ángeles, aunque asumen a veces una apariencia corpórea, no tienen cuerpos materiales y por lo mismo no realizan aquellos actos vitales que se indican en este pasaje. Además, el término “hijos de Dios”, no es exclusivo de los ángeles, sino que se aplica también al hombre, p. ej. en Deuteronomio 14, 1; Sabiduría 5, 5; Os. 1, 10 (Hebreos 2, 1). Las hijas de los hombres: las mujeres de la raza de Caín, que corrompieron a los “hijos de Dios”, es decir, a los hijos del linaje de Set. Tenemos aquí el primer fruto de los matrimonios mixtos.

* 4 s. Gigantes: hijos de los matrimonios aludidos en el versículo 2. Cultivaban la fuerza física bruta y pisoteaban los derechos de Dios y de los hombres. El profeta Baruc los llama diestros en la guerra (Baruc 3, 26), la que constituía su ocupación principal. La existencia de gigantes está atestiguada no solamente por la Biblia, aun para el tiempo después del diluvio (Núm. 13, 29; Deuteronomio 2, 10; 3, 11; etc.), sino también por las tradiciones orales de muchos pueblos, y ante todo por las excavaciones modernas. Famosos: tal vez por sus progresos técnicos como los cainitas (4, 17 ss y nota), pero mucho más por sus maldades, que les acarrearon el castigo del diluvio. Ante ellos, y ante todos sus contemporáneos, se presenta Noé como “predicador de la justicia” (II Pedro 2, 5), para recordarles las leyes de Dios, aunque su misión está condenada al fracaso, a pesar de los ciento veinte años que Dios le concede para su obra de profeta y predicador (cf. v. 12 s). No le hicieron caso, sino que “siguieron comiendo y bebiendo, tomando en matrimonio y dando en matrimonio, hasta el día en que entró Noé en el Arca”. (Mateo 24, 38).

* 6. Se arrepintió: Antropomorfismo, “Dios no es un hombre para arrepentirse” (I Reyes 15, 29). Se aflige su corazón paternal porque sabe que para la apostasía no hay otro remedio que el exterminio (cf. Hebreos 6, 4-8; 10, 26 ss.).

* 9. Anduvo con Dios, lo mismo que Enoc, su bisabuelo (cf. 5, 24), que vivió de la fe y por eso fue trasladado (cf. Hebreos 11, 5).

* 15. El codo grande o sagrado medía, en centímetros: 52,5 (medida egipcia) o 55 (medida babilónica); el codo pequeño o común, 45 y 49, respectivamente. Aquí se trata probablemente del codo sagrado, de manera que las medidas del arca eran, en metros: 157,5 por 26,5 por 15,75, o 165 por 27,5 por 16,5. San Agustín opina que estas proporciones del arca han sido tomadas del cuerpo, el cual extendido en el suelo es seis veces más largo que ancho y diez veces más largo que alto. El volumen del arca, en total alrededor de 450.000 codos cúbicos, ofrecía espacios suficientes para los animales y las provisiones.

* 16. Es de suponer que la ventana se extendía por toda la parte superior del arca. “La manera más natural de imaginarse el arca es suponer entre las paredes laterales y el techo un espacio libre, de un codo, para dar aires y luz al arca” (Nácar-Colunga).

* 18. El pacto consiste en salvar al patriarca y su familia y hacerlo segundo padre del linaje humano. Será el segundo ensayo de fundar el reino de Dios sobre la tierra, después de la apostasía de las generaciones antediluvianas; pero aun esta vez, como veremos más adelante, se le opondrá la mentalidad egoísta del hombre. Cf. 8, 21 y nota.

* 20. Vendrán a ti:  Aunque se ha probado que en el arca cabían todos los seres vivientes, no deja de ser un milagro lo que aquí se dice de la reunión espontánea, sin cooperación humana, de tantos animales, ya que muchos eran salvajes. Obsérvese la distinción entre animales puros e impuros (7, 2), que es como una anticipación de la Ley de Moisés (cf. Levítico capítulo 11: Deuteronomio 14, 3 ss.). Vemos, pues, que la distinción entre bestias puras e impuras es más antigua que la Ley del Sinaí. La diferencia entre ambas clases consistía en que estaba prohibido comer carne de animal impuro o tocarlo, y que también para los sacrificios podían tomarse solamente animales puros.